La planificación que, conforme a la ISO 9001, desarrolle una organización ha de ser adecuada a todas las operaciones que esta realice, algo para lo que resulta imprescindible que tenga en cuenta no solo estas, sino también los procesos que contrata de forma externa, y que, al igual que los internos, han de estar controlados.
El objetivo es planificar y revisar cada cambio, a fin de poder controlar las consecuencias derivadas de aquellas variaciones que no se hayan previsto y minimizar su impacto. De este modo, se contribuirá a garantizar que se cumplan los requisitos de la producción o de la prestación de servicios.
Se implantarán las acciones determinadas en el apartado 6, centrado en la Planificación, mediante la identificación de los requisitos de los servicios y productos que ofrece la empresa; de los criterios específicos para cada proceso y para lograr que se acepten los servicios o productos; y de los recursos necesarios para lograr la conformidad. Además, se creará y almacenará la información documentada oportuna.
Los procesos a planificar, ejecutar y controlar a fin de cumplir con los requisitos de la entrega de productos y servicios son los ya identificados al cumplir con el subapartado 4.4, relativo al Sistema de Gestión de la Calidad; y, entre las acciones que se pueden poner en marcha, figuran las que se han determinado como resultado de la evaluación de riesgos.