Si bien es cierto que, desde la actualización de la ISO 9001, las organizaciones podían elegir trabajar conforme a esta o atendiendo a la normativa precedente, a partir de marzo de este año cualquier auditoría inicial deberá realizarse conforme a la última versión, ideada por el Comité Técnico 176 (ISO/TC 176) y publicada el 23 de septiembre de 2015.
En cualquier caso, aunque las empresas que aun están trabajando para obtener su certificado en ISO 9001:2008 cuentan con plazo para superar la auditoría inicial para el logro de la acreditación, estas han de tener en cuenta que en septiembre de 2018 han de cumplir con los requerimientos de la última actualización normativa.
Esta es la más ambiciosa de cuantas se han realizado desde la segunda revisión de la original, efectuada en 2000, cuando se pasó del concepto de Aseguramiento de la Calidad al de Gestión de la Calidad. Y, por tanto, aunque a priori las empresas ya certificadas no tendrán ninguna dificultad en su adaptación, sí es recomendable iniciar el proceso cuanto antes.
Durante el periodo de transición, todas las organizaciones certificadas en ISO 9001:2008 han de efectuar una serie de cambios para adaptarse los requerimientos de la ISO 9001:2015, que:
- Utiliza un lenguaje y una estructura común a todas las normas ISO que siguen la estructura de alto nivel del Anexo SL.
- Tiene en cuenta que las empresas ofrecen productos, pero también servicios.
- Detalla en profundidad cómo se ha de llevar a cabo el liderazgo, y busca una mayor implicación por parte de la alta dirección.
- Detalla los requisitos para las comunicaciones internas y externas, y alude también a la información documentada.
- Estudia los riesgos y oportunidades, y realiza sistemas de medición y control de los procesos, productos y servicios.
- Y analiza las no conformidades y busca subsanarlas.